El miércoles,18 de diciembre, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Simancas decidió desconvocar el Pleno de Presupuestos convocado apenas dos días antes para el jueves 19 de diciembre.
El pasado 1 de octubre los ediles de STLP recibieron un mensaje del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Simancas solicitando propuestas para incluir en los presupuestos municipales 2025. Ni cortas ni perezosas las concejales de Simancas Toma la Palabra – TLP se pusieron manos a la obra y el 30 de octubre registraron doce propuestas de un millón de euros para implementar en el municipio, entre otras, el soterramiento del cableado, dos planes de juventud y adolescencia, la creación de viviendas sociales o ajustar las puertas de acceso de la plaza de toros a la normativa de seguridad.
En la Comisión de Hacienda celebrada el lunes 16 de diciembre, salieron a la luz errores e inexactitudes tanto técnicos como políticos que preludiaban el rechazo mayoritario del presupuesto. La portavoz del Grupo STLP, Marta Martínez, apunta que en su caso constataron algunos fallos en el capítulo de personal, de aspecto formal en la productividad de un puesto laboral o dotación de crédito en la retribución del personal eventual que ya ha sido cesado y no se tiene intención de nombrar.
El alcalde de la localidad decidió desconvocar el pleno convocado para el jueves 19 de diciembre, comunicándoselo a la corporación mediante resolución de alcaldía el miércoles 18, bajo el pretexto de precisar de tiempo para realizar un análisis de las enmiendas. Martínez afirma que “en el fondo de esta desconvocatoria se atisba la falta de acuerdos que permitirían sacar adelante el proyecto y que parece que hoy en día no son factibles”. Desde la formación de izquierdas apuntan su postura contraria a la decisión de aplazar el Pleno al mes de enero, porque, en principio, el grupo de gobierno ha tenido tiempo más que suficiente para elaborar la propuesta de presupuestos, que han contado con las propuestas de STLP y las de otros partidos con mucha anticipación. Martínez asevera que “no se pueden lanzar campanas al vuelo sin garantizar las prioridades”, y apuntilla que, “si bien hay un plazo legal hasta el 31 de enero, la diferencia entre aprobarlos antes de que concluya el año o después es notable en cuanto a una planificación anticipada que permite implementar los proyectos desde principio de año y evitar retrasos en la obra pública
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