La Diputación de Valladolid organiza cada año El Día de la Provincia, una jornada institucional a la que asisten alcaldes, alcaldesas y otros cargos públicos de todos los signos políticos para celebrar una jornada de convivencia en la que se dejan a un lado las diferencias políticas con el objeto de fortalecer las relaciones humanas entre representantes de los municipios de la provincia.
Los cargos públicos del Grupo Provincial TLP asistentes a los actos fueron: el diputado provincial y concejal de Tudela de Duero, Julio Pereda, la concejala de Laguna de Duero, Eva Díez, las alcaldesas de San Pelayo y La Zarza, Elisa Cerrillo y Silvia Domínguez, el concejal de Torrecilla de La Torre, José Linares, el Tte. de Alcalde de La Zarza, Victor Arribas, los concejales de Castronuño, Enrique Seoane y Rosana de Castro, la concejala de Simancas, Marta Martínez y el concejal de Viloria, Pompeyo Velasco, quien participó en el acto interviniendo en un espacio dedicado a exalcaldes, aportando el testimonio de su experiencia como primer edil de Viloria desde un punto de vista lleno de humanidad, lo que propició el aplauso unánime de todo el auditorio de La Casa de las Artes de Laguna de Duero.

Todo lo contrario que uno de los artistas contratados por la Diputación para amenizar el acto, en concreto el “humorista” sin gracia Miguel Lago, que con su actuación paleta y de mal gusto rompió el espíritu de unidad y convivencia que ha de caracterizar al Día de la Provincia y provocó un cabreo generalizado entre gran parte de las y los asistentes, y que varias personas de nuestro grupo, y de otros, abandonaran antes de tiempo el hemiciclo con gran indignación.
Desde IU-TLP defendemos la libertad de expresión y entendemos como algo muy sano el reírse de uno mismo siempre que sea preciso, pero no concebimos que el humor faltón dirigido exclusivamente hacia una parte de la sociedad tenga cabida en un espacio de pluralidad y respeto. Entendemos que la desagradable actuación protagonizada por este señor estuvo fuera de lugar en un día en el que se pretende homenajear la figura del cargo público de forma apartidista. Lamentable.

