Izquierda Unida Castronuño someterá este jueves a acuerdo plenario la declaración del municipio como territorio libre de macroplantas de biogás y biometano. Una iniciativa que surge como reacción solidaria a las reivindicaciones vecinales que están sucediéndose en municipios vecinos, como Toro y Pedrosa del Rey, en contra de la instalación de proyectos de este tipo.
Vista la amenaza que sufren estos pueblos vecinos, así como otros muchos en toda la región, lo que está generando algunos conflictos sociales, el portavoz del Grupo Municipal de IU, Enrique Seoane, propone una modificación de las Normas Urbanísticas de Castronuño para recoger la prohibición en todo el término municipal de macro instalaciones de producción de biogás y biometano. “Estas plantas solo traen despoblación y pérdida de calidad de vida a los pueblos donde se asientan”, por ello, “ante la posibilidad de que el día de mañana pueda ser nuestro pueblo el que sufra la amenaza de la instalación de una de ellas, vemos necesaria la toma de medidas que puedan evitarlo antes de que ocurra”, expone Seoane.
Igualmente, el portavoz de IU Castronuño apunta como positiva la conversión de residuos en energía, pero a su vez alerta de que “el modelo productivo que se está implantando en Castilla y León está alejado de la sostenibilidad medioambiental y no responde a los intereses propios del medio rural”, y señala que “existe un vacío legislativo del que se están aprovechando las multinacionales del sector para extenderse de forma desordenada”. Por este motivo, la moción de Izquierda Unida Castronuño solicita a la Junta de Castilla y León que legisle para la creación de un Plan de Ordenación Territorial de los Recursos Energéticos en la Comunidad y pide una moratoria que paralice los proyectos en tramitación de plantas de biogás y biometano hasta la aprobación de la normativa que lo regule.
Desde Izquierda Unida defienden un modelo de producción de biogás en origen, desde las propias granjas, y destinado de forma principal al autoconsumo de las mismas. En este sentido, Seoane afirma que “transportar diariamente miles de toneladas de purines, estiércol y otros residuos orgánicos conlleva un importante consumo energético que no tiene sentido”, e incide en que “este desfile de camiones cargados de residuos malolientes supone un peligro constante para la salud y la seguridad de los habitantes de los pueblos que han de asumir este tráfico en sus viales”.
TLP - Diputacion de Valladolid 